martes, 23 de febrero de 2010

La destitución de Zapatero.-

Ahora lo están escribiendo algunos de los más reputados comentaristas políticos del país. Yo hace mucho que me permití avanzarlo en estas modestas reflexiones. La única solución que le veo a este entramado complejo en el que nos hallamos inmersos, conducidos por un insensato visionario peligroso, es que el partido al que pertenece lo quite de en medio y ponga a otro en su lugar.

Nombres figuran en las listas del PSOE para producir de inmediato este recambio al que debe llegarse cuanto antes porque el individuo tiene bien demostrada su elástica capacidad de erosionar y destruir sin tasa ni freno alguno todo lo que halla a su paso.

Hasta la indiscutida aportación de nuestro paisano Felipe González a la consolidación de la Transición puede estar en peligro ante los estúpidos embates del incalificable Zapatero del que los analistas del futuro nos acusaran a los que componemos esta generación por haberle permitido que coja en sus manos las riendas del país.

El lo sabe. Es imposible que no se haya dado cuenta de las maniobras subterráneas que se tejen contra él. Por eso le escoció tanto la propuesta de Rajoy en el Congreso el otro día invitando a sus compañeros a que tomasen esta saludable decisión.

Solana, Almunia,Bono, Alfonso Guerra… el mismo Felipe pueden subirse al pescante y arrebatarle las riendas.

Lo malo es que el cochero loco quiera seguir aunque lo echen porque este tiene de socialista lo que yo de bombero.

2 comentarios:

AdP dijo...

Está complicado el asunto. Hay mucha tarea por delante pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato, a llamar a las cosas por su nombre. Nadie quiere pringarse. Veo a todos los políticos demasiado preocupados por sus intereses electorales, y el tiempo sigue pasando sin que nadie haga nada. Así, veo muy complicado que alguno de los políticos actuales, o de los que están en la reserva, le vaya a meter mano al asunto.

Se está más mejor sentado en la copa, calentito, que saliendo a tirar la basura, con la que está cayendo. La basura se acumula en el piso y la tormenta no amaina, pero se está mejor en la mesa camilla, ¡dónde va a parar!

Saludos.

José Luis Garrido Bustamante dijo...

Sí, AdP, por supuesto. Acierta con sus metáforas. Saludos, también.