viernes, 18 de junio de 2010

La negativa de la Esperanza de Triana.

Cuando ayer encendí el ordenador y me fuí como acostumbro a las ediciones digitales de los principales periódicos no pude evitar una cierta sonrisa de comprensión desde la senectud y me dije: “otra vez el eterno problema del enfrentamiento de la mitra con las cofradías”.

Todos los que suelo leer y se editan en mi ciudad han dedicado amplios espacios a las palabras del arzobispo Monseñor Asenjo, enojado, molesto y apenado ante el no rotundo y apabullante de la Hermandad de la Esperanza de Triana al proyecto de permitir el traslado a Madrid de su titular el Santísimo Cristo de las Tres Caídas para participar en el vía crucis que presidirá el Papa en agosto de 2011.

Se refirió a la normativa diocesana vigente que define la naturaleza jurídica de las cofradías -"Las hermandades son asociaciones públicas de fieles" y afirmó que lo único que legitima a las hermandades es su inserción en la Iglesia. "Fuera de ella su identidad se desvanece y serían meras asociaciones culturales". Concluyó.

Otro desencuentro más, me he dicho, del nuevo arzobispo con las cofradías sevillanas. Otro, digo, porque no es el primero. Monseñor no tuvo una aparición cofrade muy lucida a la que han seguido otros errores u omisiones tales como la ausencia de visita a la Hermandad del Silencio, madre y maestra de las cofradías, en la mañana del último Jueves Santo. Pero lo reciente parece más serio.

Y lo cierto es que tengo la impresión de que el prelado en el caso actual está en su sitio como la Hermandad de la Esperanza de Triana en el suyo.

Es lógico que Asenjo trate de secundar las ideas de Rouco, su amigo y valedor, que, dicho sea de paso, de Cofradías sevillanas rien de rien, en el mega proyecto que se trae entre manos para epatar a las masas y por supuesto al Papa.

Y es sensato también que la Hermandad Trianera se haga preguntas elementales sobre cómo, de aceptar la propuesta, se efectuaría el viaje,cómo se aseguraría, cómo se va a mostrar la imagen en Madrid y, sobre todo, donde está el money. No las promesas sino el parné. Contante, sonante y asaz difícil. Y que, como las respuestas no le convencen, mueva el dedito de derecha a izquierda, adoptando con ello una postura seria y responsable.

Modestamente creo que, no obstante su supuesta buena voluntad, no está muy acertado el Arzobispo cuando dice que “las hermandades no son un punto y aparte fuera de la Iglesia” porque eso lo saben a la perfección las hermandades cuando emiten una opinión y son conscientes de que obran correctamente.

Me he ido al libro del Concilio Vaticano segundo y leo en la Constitución sobre la Iglesia que los seglares “en la medida de los conocimientos, de la competencia y del prestigio que poseen, tienen el derecho y,en algún caso la obligación de manifestar su parecer” (Conc.Vati.II const. Lumen Gentium, 37)

Y añade el mismo documento después “Los sagrados pastores, por su parte, reconozcan y promuevan la dignidad y la responsabilidad de los laicos. Hagan uso de sus prudentes consejos, encárguenles con confianza, tareas en servicio de la Iglesia y déjenles libertad y espacio para actuar” (Id.)

Esto es lo que siempre han pedido las cofradías sevillanas, con sentido de Iglesia, a sus sagrados pastores, generalmente formados fuera de sus fronteras: libertad y espacio para actuar.

3 comentarios:

Andrés L. Cañadas dijo...

Magnífico y acertado tu comentario, José Luís. A eso llamo yo, dar en la diana...

Un abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Amén.
Saludos D. José Luís.

José Luis Garrido Bustamante dijo...

Gracias, Andrés Luis.Tu comentario es de gran valor. Un abrazo.

Y otro con agradecimiento para No cogé ventaja, ¡miarma!