Suelo detenerme en la contemplación del público que compone el fondo de las escenas que nos ofrece la televisión en directo, Me fijo en los espectadores que se sientan tras el presentador en los concursos, en las maris que se acomodan tras las sillas de los chismosos de los programas del corazón y en las caritas de los miembros del gobierno que aparecen detrás de Zapatero cada vez más conturbadas cuando habla el presidente.
En la última sesión del Parlamento de Andalucía, por esta tendencia habitual, me he fijado en los componentes del gabinete del señor Griñán,( dicho sea de paso, el único presidente autonómico que no ha sido votado por sus electores) que se sentaban a su espalda mientras él tomaba la palabra. Y me ha admirado que aplaudiesen con fruición no porque anunciase un logro de su gestión o un reconocimiento internacional de su quehacer o algo que enorgulleciera a todos los andaluces, no. Le ovacionaban porque subía los impuestos.
Con esta decisión la Comunidad andaluza se lanza al camino emprendido por Cataluña o Extremadura y, comparando lo que hacen con lo que llevan a cabo otras comunidades tales como Madrid pone de manifiesto una realidad incontrovertible: Allí donde mandan los socialistas suben los impuestos. Y donde manda el PP los impuestos bajan.
En las primeras no se contiene el gasto público y, al aumentar las cargas impositivas, disminuye el consumo y crece el desempleo. En las segundas se restringe el gasto de la administración, pero al disponer los ciudadanos de más dinero no decrece el consumo y aumenta la cifra de nuevos puestos de trabajo.
Quien pretenda negar esto cierra los ojos ante la evidencia o pone ante ellos la vieja cortina de la ideologización.
En Andalucía se suben los impuestos a los ricos… ¿a qué ricos? ¿a la pareja que gana con su honrado trabajo tres mil euros al mes después de haberse estrujado los sesos en una carrera universitaria él y otra ella con sus correspondientes aditamentos onerosos de cursos de capacitación y post grado?... ¿esos son los ricos?... Los ricos han salido ya corriendo. O se refugian en eso de las Sicavs, tremenda injusticia fiscal que tributan al 1 %, siendo su capital social inicial de 2.400.000 euros como mínimo.
Y mientras tanto la Comunidad es líder en coches oficiales, muchos de alta gama… en empresas públicas que siempre arrojan pérdidas, aunque diga Griñan que las va a reducir, ya lo veremos…en políticos arrumbados que un día ocuparon puestos en la Administración autonómica o local y cada mes siguen recibiendo un porcentaje sobre el sueldo que cobraban entonces…
A nada de esto se le mete la tijera. Se suben los impuestos a la clase media. Y el personal aplaude con entusiasmo. Ellos a vivir y los tontos a pagar. Lo votan… y además se ríen.
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