La Hermandad de la Soledad de San Lorenzo es una de las más señeras y antiguas de la ciudad. Durante muchos años el desfile de las cofradías terminaba cuando acababa de pasar el último de sus blanquinegros nazarenos. Y, aun hoy, muchos sevillanos siguen la tradición de acercarse a las puertas de la Iglesia Parroquial de San Lorenzo apenas se cierran en la noche del Sábado Santo, tras el paso de la Señora, golpearlas con la mano derecha abierta y musitar un esperanzado “hasta el año que viene” aunque a continuación se vaya al encuentro de la Esperanza de la Trinidad por San Pedro y al día siguiente se espere al Resucitado recordando la voz emocionada del inolvidable Manolo Santiago mandando a su cuadrilla de costaleros legionarios en la chicotá que ofrecían a las Hermanitas de la Cruz.
La Hermandad ha celebrado Cabildo de elecciones y por primera vez los hermanos han tenido que meditar su decisión entre dos candidaturas. Ha ganado la que presidía como posible Hermano Mayor José Ramón Pineda Llorca, hijo de quien lo fuera muchos años, el siempre recordado Ramón Pineda, que encabezaba la que se ofrecía como alternativa a la oficialista o de orientación.
Siempre me ha parecido, y lo he repetido tanto verbalmente como por escrito, que la práctica de confeccionar la Junta en vigor una candidatura con sus amenes y bendiciones resulta escasamente democrática.Pero, en fin, como desde antiguo existe esta denostada costumbre en muchas corporaciones, especialmente las históricas, se sigue admitiendo y hasta resulta inesperado y chocante que un grupo de hermanos se decida en uso de su plena libertad a conformar otra candidatura y disputar a la oficial su triunfo en las urnas.
Arriesgado intento. Los hermanos escogidos para el proyecto continuista empiezan a considerarse elegidos antes de los comicios y, si temen ser derrotados, tiran sin rubor de los recursos de la política ante unas elecciones y hasta se gastan sus buenos dineros en editar trípticos o desplegables a todo color reproduciendo las fotos de los candidatos y el resumen de sus biografías.
Luego llega el día de la consulta y el colectivo puede demostrar por mayoría que no necesita de estas ayudas para seguir manifestando su adultez y su formación profunda asentada en los principios del Evangelio y en al amor a su imagen titular.
En muchas ocasiones el triunfo de la candidatura de oposición trae aire nuevo. En otras, evita que la corriente revuelva las páginas del libro que preside siempre los acontecimientos solemnes de la Hermandad.
1 comentario:
José Luis, soy Carlos crivell (hijo). He escrito un comentario sobre ti en mi humilde blog. Espero que te guste. Un fuerte abrazo!!!
http://carloscrivell.wordpress.com/
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