martes, 23 de noviembre de 2010

La desaparición de un lingüista y el ascenso de un deslenguado.

Iba a escribir solo de Vidal Lamíquiz, el lingüista, doctorado en la Sorbona, recientemente fallecido, que había nacido en Vitoria pero que resultaba preciso en Andalucía en la que había conseguido alzarse como referente de las investigaciones lingüísticas sevillanas... y la actualidad catalana me obliga a compartir con ella este espacio.

Lamiquiz tenía ochenta años. Era catedrático jubilado y había ejercido su magisterio durante muchos cursos en la Universidad Hispalense en la que dejó numerosas generaciones de excelentes colaboradores y discípulos.

Me temo que su nombre no diga mucho a algunos usuarios actuales de los micrófonos de la radio o de la tele que confunden hablar en andaluz con no saber hablar, pero su manual de Lingüística Española fue durante mucho tiempo un texto indispensable en muchas Facultades de Filología y Ciencias de la Información.

Vidal, el lingüista. Artur Mas, el deslenguado. Don Arturo que encabeza en Cataluña la candidatura de CiU acaba de decir a Carles Francino, si no he oido mal, que Montilla ha tenido algunos aciertos, pero que habiendo colocado a unos doscientos cincuenta mil empleados públicos y dispuesto de un presupuesto de treinta y ocho o treinta y nueve mil millones de euros, lo extraño sería lo contrario.

Y, a renglón seguido, ha confirmado que uno de los proyectos estrella de su coalición cuando lleguen al gobierno de Cataluña es exigir al Ejecutivo la normalización fiscal. El señor Mas, que ostenta este apellido premonitorio que nos recuerda la antigua canción de “Todos queremos mas… y más y más… y mucho más”, lo quiere todo.

De su partido es el insultante spot televisivo que muestra al hombre anuncio vestido con la bandera española robando la cartera a un confiado paseante catalán.

El efecto boomerang debe ser absolutamente ignorado por este ascendido líder porque el sufrido pueblo hispano, que se echa la mano al bolsillo cada vez que él habla, inconscientemente cambiará la enseña con la que se cubre el hombre anunciador y ya suponen ustedes cual pondrá en su lugar.

1 comentario:

Juanma dijo...

Hermoso homenaje a Vidal Lamíquiz, querido maestro. Homenaje y palabras absolutamente merecidas, por descontado.

En cuanto a estos políticos catalanes, en fin, casi mejor ni hablar. Casi cada una de sus itervenciones durante la campaña son contra España. Yo alucino...si se me permite la expresión. Pero es que alucino.

Un fuerte abrazo.