Cretario no suele equivocarse y venía en su página del ABC del domingo. Ya hay terna de posibles pregoneros. Tras haberse descartado la apuesta más atrevida del Consejo, la elección fluctúa inexorablemente entre Fernando Cano, Ignacio Pérez Franco y Julio Cuesta.
Un trío de cartas como para impactar a los otros jugadores. Lo de la atrevida apuesta clerical era valiente y hubiera resultado.Pero no ha podido ser, lo cual no significa que no sea en el futuro cuando las circunstancias recientes se hayan enfriado y hasta es posible que cambiado sus protagonistas. Muchos cofrades sevillanos de corazón y formación intelectual la elegirían sin dudarlo y optarán por ella en las elecciones próximas. De los tres citados, dos habrán de quedar inéditos, pero ya están en la lista y pueden llegar al atril. Yo no quisiera hallarme en el grupo que haya de seleccionar al exaltador de la Semana Santa de este año.
Cretario deslizó el nombre de Jerez cuando adelantaba de manera críptica las gestiones del máximo organismo cofrade, pero, sin duda, en las costumbres actuales se sitúa a mayor altura de las preferencias consumistas la cerveza y, por otro lado, el eje Sevilla Triana también atrae muchas voluntades.
¿Quien será… será?
Estamos en Noviembre. El mes de los difuntos. Venía yo de un entierro con uno de los citados y me invitó en un bar que apareció a nuestro encuentro en el itinerario que recorríamos.
-- Conviene beber ahora. – Me dijo - En mi tierra circula un refrán en estas ocasiones que afirma: “El que viene de un entierro y no toma una copa de vino, el suyo viene de camino. Y, si en vez de una son dos, y las toma con acierto, le dará más gloria a Dios y más homenaje al muerto”
Tendría gracia que la siguiente copa me la pueda tomar con él brindando por su éxito en el Maestranza.
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