jueves, 17 de julio de 2014

MESA PARA QUINCE


Deliciosa la crónica de Carlos Navarro Antolín sobre el almuerzo de Rajoy antes de tomar el Ave de las 16:45 que lo devolvería a Madrid tras su conferencia en Antares.

El presidente y catorce más: la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; el alcalde , Juan Ignacio Zoido, dos vicesecretarios generales (el andaluz Arenas y el extremeño Floriano), el presidente regional, Juan Manuel Moreno Bonilla; la secretaria general andaluza, Dolores López, y los ocho presidentes provinciales. Quince sillas, quince cubiertos y catorce rostros expectantes. Total para nada. Don Mariano, según el siempre bien informado Carlos, se limitó a contar anécdotas.

Me imagino la foto del muchachito de Málaga, estampillado por su poderoso mentor para el cargo que ocupa, ante la lista poderosa del resto de los comensales y me viene a la memoria la imagen del alferecico aquel que nos mandaron al Campamento de Montejaque, recién graduado en la Academia de Infantería con la estrella de las seis puntas previa a finalizar su carrera de teniente.

No sé si porque apareció vestido con uniforme parecido a los que usaban los soldados de la caballería de la Unión que recogía John Ford en sus películas o por su feble figura que contrastaba con la fornida apariencia de los oficiales y sargentos veteranos, apenas se le vio fue bautizado como el West Point.

Hoy, no lo puedo evitar. Moreno Bonilla me lo recuerda cada vez que lo veo en testimonios gráficos similares.


Entiendo que, como escribe Navarro Antolin, el muchacho pueda estar quejoso de que  lo orillen en Becerrita. Yo que él, acabaría con esta situación yéndome a una televisión local a protagonizar un debate sobre los costaleros y los hombres de trono.

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