martes, 9 de noviembre de 2010

La sonrisa acostumbrada

Mala suerte la de Trinidad Jiménez. Primero le gana en Madrid su compañero de partido Julián Gómez y ahora se divulgan unas fotografías con su homólogo el canciller marroquí luciendo su habitual sonrisa que en esta ocasión no puede resultar más inoportuna.

Sonreir cándidamente ante el representante de un Gobierno que, como el marroquí, está sometiendo a los saharauis a una brutal represión resulta tan inadecuado como leer una necrológica ante las cámaras de una televisión cualquiera en medio de una carcajada.

Mal fario. Mal bagío. No ha sabido aprovechar dos ocasiones solemnes para borrar la sonrisa de su rostro. Especialmente la segunda. Porque España en el conflicto del Sahara no es una Nación cualquiera ni ante la ONU ni, por supuesto, ante los mismos saharahuis, muchas de cuyas familias siguen enviando a sus hijos a disfrutar de temporadas veraniegas en nuestro pais.

Creo que el conflicto es tan grave y nuestra responsabilidad, estratégica, historica y sentimental, tan profunda que, en comparación con estos acontecimientos, que hasta ahora solo han hecho reaccionar adecuadamente al diputado de Izquierda Unida Willy Meyer, lo demás de la actualidad tanto política como meteorológica palidece notablemente.

Esto me amarga tanto como la última noticia que he recibido. Mi perro se mostraba inapetente y triste. Lo he llevado al veterinario y este le ha diagnosticado una grave afección para la que le ha recetado medicación para tres meses. Si es que llega, me ha dicho.

Los que tienen perro me comprenderán.

Ni muchas sonrisas como la de Trinidad Jiménez conseguirían borrarme la sombra de tristeza que ha caído sobre mí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento mucho la noticia que le han dado.Yo no tengo perro,pero entiendo la pena que puede tener en estos momentos.

Permítame Sr. Garrido que le deje estos versos.

Los diccionarios, caminos de palabras, cuentan que la palabra amor y la palabra amigo son palabras hermanas. Me buscas siempre y yo nunca te encuentro, y aunque mi voz te diera y la pusiera en tu alma, mis palabras tú las harías otras, y aunque yo viera el mundo a través de tus ojos, otro mundo sería. La sutil diferencia del nosostros nos separa y nos lleva el uno al otro, amado amigo. Qué puede importar que rías con el rabo, que corras a mi lado, que me llenes de babas... Los diccionarios no cuentan cómo dices amor cuando me ladras.


Está sacado de la pelicula 7 minutos, donde es interpretado por uno de los mejores actores que tenemos en este pais.
Un cordial saludo y abrazo enorme.
ODG

Anónimo dijo...

Nunca he tenido perro, pero desde niño siento verdadero amor por ellos, por lo tanto me pongo en su lugar y se que esta noticia ha sido un verdadero trauma en la casa, pues un perro es un miembro más de la familia.

Rafael Farina entre su numerosa discografía, tuvo la sensibilidad de dedicarle una canción al mejor y fiel amigo del hombre, el PERRO.

El titulo: MI PERRO AMIGO y la letra dice así:

Mi perrito Lucero, fue mi alegría
el mejor compañero que yo tenía
a la escuela a mi niño, acompañaba
y con cuanto cariño, con el jugaba
pero una noche él solito
en defensa de mi hogar
en la mano de un maldito
ya no pudo más ladrar.

No siento los dineros que me robaron
sino al pobre Lucero, que me mataron
a pesar del tormento de su agonía
su rabito contento aún se movía.
Alma de tirano, corazón de hierro
maldita sea la mano, que mata a un perro.

En penar y contento, siempre testigo
gozó en todo momento, sintio conmigo
fue tan grande y tan sano, tanto adoraba
que lamía la mano, que le pegaba...

Y termino con un poema del Poeta y Cantautor dominicano Víctor Suárez, que si usted me lo permite y con todo mi respeto se lo dedico a usted.

MI PERRO
Mi perro ladra esta noche de luna,
algo le abruma,
por el jardín sube y baja,
baja y sube con su ladrido triste,
en su recorrer me embiste a la noche lúgubre,
aúlla al pie de la ventana
como si el dolor lo martirizara,
pero no le duele nada,
es mi tristeza que descubre
y entonces mi perro, buen amigo,
quiere borrar las penas conmigo,
por eso aúlla, ladra, baja y sube.

Don José Luis mis ánimos más sinceros para usted y como siempre mi respeto y admiración, saludos de Miguel Díaz

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Mala noticia D. José Luís. Desgraciadamente yo he pasado por ahí varias veces.
Lo siento, un abrazo

José Luis Garrido Bustamante dijo...

Gracias a todos. Con mi sincero afecto.