“Ere” como una espinita que se me ha clavado en el corazón
Suave que me estas matando que estas acabando con mi amor …
Hubo una época en la que esta canción de los hermanos Zuleta tanto en las voces y el estilo de Los Panchos como en la acertada reposición de El Consorcio, se oía frecuentemente.
Ahora se puede recordar no por la punzante espina, sino por los vergonzosos Eres que sacan los colores desde las páginas de las revistas y hasta desde los programas de chismorreo de las televisiones.
Ere como una espìnita clavada en la víscera cardiaca de los políticos honrados y en el corazón de esta Andalucía que no se merece la golfería de los que asaltan la cosa pública para llenarse los bolsillos.
¿Quien iba a decir que al “eres” lingüístico castellano de la más pura ortodoxia le iba a suplantar el “ere” del Sur desprovisto de la última consonante?...
Este Ere es exactamente igual que el de la letra cantada. Suave o violento está acabando con el amor de muchos.
“Suave que me estas matando que estas acabando con mi juventud
Yo quisiera haberte sido infiel y pagarte con una traición…”
El CD sigue escuchándose en el equipo de música.
Había cuatro o cinco aprovechados. Ahora creo que el número ha ascendido a setenta. Y no dimite nadie. Aquí no aplica ningún profesional del sillón parlamentario y el coche oficial eso tan ridículo de “tolerancia cero”.
Al contrario. Todavía y por lo bajini hasta es posible que escuchen la pregunta impaciente de quien teme no percibir nada antes de que se vayan…
-- ¿Y a mí cuándo me toca?
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