jueves, 12 de septiembre de 2013

DEMOCRACIA CON GOTERAS


¡Anda que no va a dar juego la lluvia que se filtró por las rendijas de la chapuza que hicieron en el Palacio de San Jerónimo! Hasta los oídos del español más indiferente ante las peripecias de los políticos gubernamentales llegaron las risotadas de los leones de la puerta.
No puede darse una metáfora más ajustada al lamentable estado que presenta nuestra política casera. Gorrones y goterones podría titularse esta “entrada”. O ladrones y goterones. Todo rima por desgracia hasta el nivel de los atributos masculinos a los que llega el grado de hartazgo que padecemos ante el insufrible quehacer de los antaño llamados con razón padres de la Patria.

Casi la totalidad se veía venir menos lo que al final llegó. Se suponía la respuesta del PP andaluz ante el numerito de prestidigitación de hacer desaparecer a los posibles imputados convirtiéndolos en imposibles aforados… se aguardaba su reacción clamorosa pidiendo elecciones anticipadas… se intuía la contestación ácida y violenta de los afectados y la de su partido ante la arriesgada decisión de la jueza guapa…
Todo podía suponerse menos las goteras. O, aun peor, los goterones de los cabxxnes que para más inri y sublimación de la metáfora a que antes me refería han podido penetrar por los orificios que dejaron en el techo del hemiciclo del Congreso de los Diputados las ráfagas de los fusiles ametralladores del Teniente Coronel Tejero la tarde funesta del 23 F.

Y, mientras tanto, Artur Mas y su cuadrilla se pasean por el proscenio del escenario secesionista sin que el encargado de bajar el telón de las órdenes pertinentes para que la sesión termine.
El respetable se lo pide a voces sofocando su calorina esgrimiendo el artículo 155 de la Constitución Española.

¿Qué más quiere?

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