No pretenda inocentemente contestar. Cualquier diálogo es
imposible. Se trata de un mensaje grabado. Si quiere comprobarlo no tiene más
que reiniciar el proceso. Oirá lo mismo y le tranquilizarán con idéntico
mensaje.
Si la oficina, el departamento o el servicio al que usted
se dirige dispone de dirección informática, que es lo más probable, y el
depósito de su confianza se halla bien nutrido, intente traducir la petición
telefónica en un texto de solicitud adecuado a la disciplina de Internet. Volverá
a sorprenderse. Lo mismo que escuchó telefónicamente o cosa parecida, se le
convertirá en una sucesión de estimulantes frases de acogida precedidas de una
coloreada y atractiva portada y ultimada con similares palabras de la respuesta
anterior. “Tan pronto como sea posible procuraremos complacer sus deseos” . Es
una especie de “ahora voy” o “tardo cinco minutos” que, como es sabido jamás
respeta la dimensión del tiempo. Nunca será ahora y los cinco minutos pueden
convertirse en horas.Aun queda más. Esta práctica que sublimiza el disimulo y, en contra de los deseos de quienes la implantaron, levanta sospechas de absentismo a cubierto de miradas acusadoras, reserva emociones inéditas e ilusiones recién estrenadas.
Atienda la secuencia que sigue que no tiene desperdicio.
Telefonea usted y la voz que le saluda empieza por agradecerle su paciencia y
le pone en conocimiento de que todos los operadores están ocupados… que, en
cuanto termine uno, se pondrá a su disposición… y que su llamada es la número siete.
Obedece. Espera. A poco recibe con alborozo la
noticia de que su petición es la seis…y en instantes la cinco… y luego la
cuatro…y cuando la voz ignota canta el uno, que es el suyo, aparece imprudente la señal telefónica de ocupado. ¡Ah,
decepción! ¿Qué ocurrió?... El jueves último me llegó el mensaje aclaratorio en
la botella de náufrago de los peticionarios de servicios informatizados: Lo siento señor, explicó
la señorita que acababa de dar su nombre y se aprestaba a atenderme. Se me ha
ido el sistema. Deme su número y le llamaré cuando lo recupere. La obedecí.
Se lo dije. Parece que lo apuntó. Como era el de mi teléfono fijo, ayer no salí
de casa esperando. Hoy todavía no me ha llamado.
1 comentario:
Es como intentar dar de baja algún servicio o póliza de seguros todo son impedimentos, que fueron facilidades antes, al contratar.
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