lunes, 20 de octubre de 2014

PASCUAL MÁRQUEZ, ANTICIPO DE JOSÉ TOMÁS


Si Pascual Márquez hubiera dispuesto de la pericia, la eficacia y la creatividad de esa fenomenal cuadrilla de Javier Castaño (que no sé qué va a hacer ahora sin David Adalid) que conforma el fenomenal equipo médico que ha librado de las astas asesinas de ese morlaco llamado Ebola a Teresa Romero, todo lo que atesoraba como torero lo hubiera expuesto largamente y podría hablarse del precursor de la estrella mediática del taurinismo de nuestros días.

Diría más: médicos tuvo; recursos, no. En el grupo de galenos figuraba nada menos que el doctor Jiménez Guinea, de inmaculado prestigio, durante décadas jefe de la enfermería de la Plaza de Toros de las Ventas, pero él y sus colaboradores carecían de los medios con que cuenta en la actualidad la moderna medicina.

Pascual Márquez no murió en el ruedo. Llegó vivo al quirófano en brazos de las asistencias y allí se le practicó una delicada cura que duró casi dos horas. Quedó en la enfermería, se le aplicaron inyecciones para fortificarle corazón y continuamente cien gramos de suero y cinco de aceite alcanforado…No había más. Los facultativos no se separaban de la cabecera de su lecho y hasta se atrevieron a hacerle una transfusión de sangre que donó su hermano José.

Pascual falleció el 29 de mayo y, al día siguiente, en el tren correo de Madrid,a las tres y media de la tarde llegaban sus restos mortales a la estación de Córdoba. Los acompañaban José, el picador, José Chávez, también varilarguero y Coronilla, su fiel mozo de estoques.

¿Qué hubiera sido si no hubiese soplado el viento descubriendo al torero cuando empezaba a lancear al toro cárdeno que lo vio, lo lanzó a los aires y le clavó el pitón hasta la cepa cuando caía?

¿A dónde habría llegado Pascual Márquez con su toreo puro y su valor acrisolado y sin límites?

Repasando una y otra vez los testimonios gráficos de su truncada trayectoria y leyendo y releyendo las crónicas de aquellos días, hay quien afirma que el lidiador manriqueño hubiera sido el José Tomás de la época.

Probablemente se recordará esto en el curso de los actos que ha organizado en su memoria el Ayuntamiento de su pueblo.


No hay comentarios: