martes, 5 de enero de 2010

Queridos Reyes Magos.Dos puntos.

Sevilla esta habituada a contemplar estrellas.Desde los torreones del Alcázar las estudiaba el Rey Sabio y tras un destello fugaz sitúa el mágico cortejo de los reyes orientales que, hoy más que nunca, deben defender su autenticidad histórica sobre la superchería importada de Papa Noel.

La Cabalgata que iguala en la edad y deshace las transiciones generacionales se abre detrás de ese astro luminoso. Al principio fue un farolón que portaba un heraldo; hoy, una chiquilla monísima vestida de hada. Ella es la primera que saluda con mensaje palaciego a la familia entera reunida en la calle. Y la que conoce esas verdades ocultas en las que, por confidencia de los soberanos, únicamente penetran los padres. Especialmente los secretos de financiación de los regalos premiosamente descritos con torpes letras por esa multitud de creyentes en el poder mágico que escribieron cartas.

Como la mía, que es una misiva antigua machaconamente redactada año tras año, aun no la deposité en el bolsón del Cartero Real, la voy a transcribir aquí. Dice así:

Melchor, Gaspar,Baltasar:
queridos magos de Oriente,
tenéis aquí un escribiente
de carta particular.
El tiempo quiero parar
y echar hacia atrás la vista
haciendo una larga lista
con todas la peticiones
que habreis de verter en dones
de vuestra entrega prevista.
Mirad,monarcas queridos:
Ahora,como en Belén,
el frío azota también
a muchos niños dormidos
y no es tan solo ateridos
como se ven,pobres míos,
no son la nieve y los fríos
los que perfilan más duro
el impreciso futuro
que les espera a estos críos.
Es algo más,Majestades,
es que,con niños pequeños
hay mafias de pedigüeños
que cortan sus libertades.
Y pasan penalidades
en ese extraño redil…
Y suben ya de seis mil
las muertes por malos tratos…
Y venden porros baratos
en más de un centro infantil…
Por eso quiero pedir
Gaspar,Baltasar,Melchor..
lo que parezca mejor
para evitarles sufrir.
Y, tras la carta cumplir,
también os dejo posdata
que pide ya la inmediata
y mágica solución
con esa tierna ilusión
que aporta la Cabalgata.

Iba a seguir, pero he pensado en esa nueva Matanza de los Inocentes que supone el Aborto y me ha subido tal oleada de indignación y de tristeza que se me han quitado las ganas. Aquí lo dejo.

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