miércoles, 12 de mayo de 2010

Los damnificados del naufragio

Me lo veía venir: al final los niños y los viejos pagamos el pato.

En cualquier naufragio de un barco, cuando se echan al mar los botes salvavidas el capitán suele gritar “los ancianos y los niños, primero”. Aquí, en este naufragio en el que nos ha metido la incalificable cadena de torpezas del presidente Zapatero, los viejos y los recién nacidos también hemos ido por delante. Se congelan las pensiones y se elimina el cheque bebé. Luego vienen tíbias medidas de recorte para funcionarios y personal del gobierno,( sería escandaloso que se hubieran quedado al margen cuando en la empresa hace tiempo que se redujeron los sueldos) pero los viejos y los bebés, primero. Los que no podemos salir a la calle vociferando detrás de una pancarta.

Seguirá Bibiana Aido con sus miembros y sus miembras… y la ministra de la vivienda haciendo crucigramas por falta de ocupación razonable a la que dedicarse y Chaves sentado en la poltrona de la inservible Vicepresidencia tercera del Gobierno y los sindicalistas subvencionados cobrando cada vez más y Carod Rovira abriendo delegaciones diplomáticas en Méjico… y los coches oficiales y las comidas y los viajes pagados con Visa Oro y los cementerios de elefantes donde siguen metiendo la cuchara en la olla gorda los que salieron de los ayuntamientos , …y…

Para birlar la acomodación al índice de precios y del valor de la moneda en las pensiones habrá que modificar la ley.Pues se modificará. Y los pensionistas no reciben un regalo, ni una prebenda, sino lo que ellos y las empresas en las que trabajaron fueron contribuyendo a la Seguridad Social, de manera que la decisión huele a expolio. Pues se tapa uno la nariz.

Así son las cosas. Y para eso se ha decidido a tomar medidas este lamentable presidente inutil que un día se quedó sentado delante de la bandera de los Estados Unidos y otro se atrevió a lanzarle una bravata a Sarkozy, Ahora,los dos y la Merkel, miran sus papeles con lupa y hasta el negrito le lanza un coscorrón por teléfono desde la Casa Blanca.

La historia lo juzgará. Antes era un problema para los españoles. Ahora tiene el dudoso honor de ser un problema para Europa y America.

Y los viejos y los niños pagándole la medalla.

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