martes, 11 de mayo de 2010

Una preocupante situación.

Esto da miedo. Hasta la vertiginosa subida de la Bolsa como en una noria dislocada. Por primera vez me arrepiento de haber estudiado economía en la carrera inicial que cursé en aquellos ya lejanos, ay, tiempos universitarios y de no haberla olvidado lo que me hace escudriñar el momento actual a la luz de una interpretación que desasosiega.

Ahora me pesa porque, como decía un amigo director de uno de aquellos bancos pequeñitos y cercanos, “en algunas edades uno no está para aprender, sino para olvidar”.

Esa cifras que marean… ese gasto público insensato que se disfraza de inversión social pero que se materializa en un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que cuentan con un ejército de asesores y otro de funcionarios bis con carnet del partido que suplantan a los titulares, viajan en coche oficial, comen en los mejores restaurantes pagando con Visa oro a cargo de los presupuestos y reservan Clase Preferente en los desplazamientos privados y, además, se multiplica en las diecisiete autonomías y no sirve más que para gastar… no produce nada y demuestra un día sí y otro también que resulta totalmente inútil para resolver los problemas reales y para garantizar la seguridad...

Europa nos ha humillado carcajeándose de nuestro presidente. Era presumible.Y este embaucador de multitudes subvencionadas ha hecho el ridículo precisamente en el foro de la presidencia de la Comunidad que era donde suponía que alcanzaría su grandeza.

Ahora, sin consultas, sin reuniones previas, ha concedido 48 horas a sus ministros y ministras para que cojan el bisturí y corten por lo sano. O sea les ha trasladado el problema que es incapaz de resolver. Como, en la época del Servicio Militar obligatorio, hacían los sargentos patateros con la tropa cuando el capitán les echaba la bronca.

Aquí la regañina ha venido en las voces de Merkel y Sarcozy ante quienes el Zapatero que se crece enfatuado y soberbio delante de Rajoy no ha tenido más remedio que humillarse y doblar la rodilla. ¡A la mierda la dignidad! .

Y ,menos mal que el euro nos ha librado de una devaluación aterradora de la moneda que, si no, los pensionistas ya estaríamos por la calle pidiendo limosna.

1 comentario:

yosefi dijo...

que cierto todo don Joseluis que cierto,cada día que pasa da mas miedo encender la tele,por que no se sabe que noticia nos daran del señor presidente,o los españoles hacemos algo con urgencia o miedo da pensar como acabará todo esto.
un saludo enorme desde león.