El frío y la muy mentada crisis se unen como matrimonio bien avenido amante del hogar y nos meten a todos en casita viendo la tele. Se está calentito y no se gasta dinero.
Pero la decisión casera viene del año anterior. Ahora se ha conocido a través de los datos que se desprenden del informe anual de audiencias que elabora la Corporación Multimedia, en el que se destaca que durante el 2008 los españoles pasamos frente a la pantalla cada día una media de 227 minutos -tres horas y 47 minutos- lo que supone "un récord histórico".
También apunta que en los fenecidos últimos doce meses se ha registrado un nuevo incremento de la TDT, de modo que el 15,6 por ciento del consumo total de televisión en España ya se realiza a través del sistema digital terrestre de comunicación.
Las cadenas nacionales, sin embargo, han registrado una caída generalizada de la cuota de pantalla. Por primera vez el liderazgo se obtiene con cifras muy por debajo del 20,3 por ciento, que era el techo máximo en 2007, y tanto el segundo como el tercer puesto se consiguen con porcentajes inferiores al 17,4 y al 17,2 del pasado año, respectivamente.
Telecinco, con una cuota de pantalla o share del 18,1 por ciento, consigue una cómoda superioridad, que mantiene desde 2003, frente a sus tradicionales competidores. La 1 de TVE ocupa el segundo lugar, con el 16,9, y arrebata con claridad este puesto a Antena 3, que se sitúa en el 16 por ciento. Cuatro llega al 8,6 por ciento -0,9 puntos más que en 2007- y La Sexta al 5,5 por ciento -1,5 puntos más que en el año anterior-, lo que significa que ambas siguen mejorando sus datos.
La competencia puede empezar a producir sus frutos. Y si a ella se une el mimetismo que mantenemos con Francia, hacernos seguir las pisadas de Sarcozy con unas reformas impensables en la década que hemos dejado atrás.La racionalidad ha dicho basta en la deriva gerencial de estos poderosos medios de comunicación hinchados arbitrariamente como monstruos insaciables en el caso de la estatales y autonómicas, sometidas antes a las exigencias políticas partidistas que al servicio del pueblo soberano.
Crece la oferta de canales, se divide y fragmenta la demanda publicitaria, peligrosamente resquebrajada con la crisis de la economía y fallan las subvenciones oficiales por la misma razón. Hoy no puede ponerse a Salvador Domínguez al frente de Canal Sur para que llegue otra vez “chungo de papeles”.Hay que llamar a un gestor de experiencia probada como Pablo Carrasco que lo primero que hace es recortar los altos cargos y obligar a todas las productoras a que rebajen sus presupuestos un diez por ciento.Pero tampoco puede mantenerse la doble financiación, subvención y publicidad, a la que se acogen los entes públicos para salvar sus cuentas de resultados, con creciente cabreo de las privadas y justificado enfado de los rectores europeos cuyas directivas se burlan sistemáticamente.
Ese núcleo creciente de españolitos sin un oxidado duro que nos quedamos en casita frente a la pantalla merecemos que nos traten con más respeto, que nos pongan menos publicidad y que inviertan el dinero de nuestros impuestos en educar a nuestros hijos y no en comernos el coco con la última parida del político que se cree que la televisión es suya.
2 comentarios:
Señor Bustamente aplaudo su análisis sobre la situación actual de la televisión española, lo que en mi pueblo se dice "estar al estilo compadre". Comparto, además, que los abusos publicitarios que RTVE realiza constantemente son excesivos. Sin ir más lejos, días previos al de Reyes (el pasado día 6) he llegado a contar hasta 24 anuncios seguidos de perfumes; eso sin contar alguno de telefonía o de automóviles, claro. Una vergüenza. Un abrazo. Acabo de agregar su blog. Muchas gracias.
Gracias,amable tocayo,por su atención.Celebro que coincidamos y espero no defraudarle en comentarios futuros.
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