miércoles, 19 de mayo de 2010

¿En qué quedamos?

De la Vega dice que no descartan subir los impuestos, pero Salgado lo desmiente. Una vez más las contradicciones se mantienen en el discurso del Gobierno. La ministra de Economía, Elena Salgado, desautoriza a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, a pesar de que, en teoría, ocupa menor rango en el escalafón presidencial.

Yo me maliciaba algo de esto desde que vengo comprobando como doña Elena le gana en atuendo y peluquería diariamente a la Vice.Y eso que doña Maria Teresa estrena un vestido cada jornada que, sumado a los devengos que deben cobrar sus peluqueros y sus maquilladoras debe suponer una cuantía importante.

Por cierto: todavía no ha preguntado nadie de donde saca la señora Fernández de la Vega los modelitos de pasarela que luce (es un decir) un día sí y otro también. Mucho meterse con el valenciano y esta cuestión inquietante sin resolver.

Aunque de verdad lo que no tiene arreglo es lo de la crisis que se enquista tanto como las peticiones de los catalanes dispuestos a que por encima del hambre de los parados se siga poniendo el dinero que vienen recibiendo para sus inversiones caprichosas.

Doce mil seiscientos ochenta millones de euros se han invertido en obras de la Comunidad catalana en el último ejercicio. Pero ellos siguen pidiendo más y más sin ni siquiera seguir el ejemplo engañoso de su presidente el señor Montilla que proclama a los cuatro vientos que se rebaja el sueldo en el 15 por ciento silenciando que su nómina anual alcanza los 169,447 euros, o sea dos millones trescientas cincuenta mil pesetas mensuales. Así cualquiera.

El tijeretazo de Zapatero, que preside el Gobierno que ha hecho el mayor recorte social de la Democracia, sacrifica a más de seis millones de jubilados… castiga a los funcionarios… y permanece insensible ante las cifras de paro, aunque hay por ahí una diputada que escandaliza a los comentaristas de la radio opinando que ella no se cree el número de desempleados mientras los bares estén llenos.

Que pregunte a qué empleo autonómico o a qué contrato de asesor o de chupatintas de la gigantesca administración que padecemos pertenecen todos aquellos a los que parece no afectar la crisis y que haga una comparación no solo con las listas de los desesperanzados que se alinean ante las oficinas de empleo sino con las esposas y las abuelas que llevan sus recuerdos entrañables a venderlos en las casas que compran oro para tener por ahora con qué llegar a fin de mes.

2 comentarios:

yosefi dijo...

tiene usted muchisima razon en todo,no se creen lo del paro mientras que los bares esten llenos?,menuda escusa tonta ademas muchos entran sola mente para hablar,ademas sea para lo que sea que entren,que le importara a esa señora,lo que tienen que pensar es como sacar españa de la crisis,no en pataletas tontas que tienen.

y por cierto MUCHISIMAS GRACIAS por sacarme de dudas con la fecha.

Macarena dijo...

A mí me preocupa la crisis en general, pero bien es cierto que me acuerdo muchas veces de todas esas personas mayores, que como usted dice, han tenido que "tirar" de sus recuerdos de toda una vida para poder seguir malviviendo. Y lo más triste es que me temo que su situación no va a hacer sino empeorar. Si congelan sus pensiones, suben el IVA, suprimen las ayudas para medicamentos, no hay ayudas suficientes para las personas dependientes y en general se les va cercando de manera que su día a día se les hace cada vez más cuesta arriba... ¿Qué vida les espera?
Tiene que ser muy triste que precisamente cuando llegas a la edad en la que más mimado deberías estar porque te encuentras más solo, o más cansado, o más enfermo o simplemente más necesitado de cuidados, tengas que estar pensando si puedes encender la calefacción o si puedes permitirte cenar un pescadito blanco fresco.
Sinceramente, a mí son los que más lástima me dan porque creo que son los más indefensos y me temo que son los que menos importan porque saben que muchos ya no van a votar.