miércoles, 11 de junio de 2008

Vacas flacas y toreros míticos.

Ea.Ya está. ¡Albricias! Estamos salvados. Frente a la crisis (perdón, no hay crisis; desajustes) ni la sensibilidad del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento sevillano, Antonio Rodrigo Torrijos, eliminando o modificando algunos nombres del callejero en función directa de su oportuna decisión, mientras en la tele, las madres jóvenes claman porque,a causa de la huelga del transporte, carecen de leche para sus bebés,… ni las caricias al idioma (patadas, no, por Dios) de la inefable ministra de “Igual da”, la gaditana Bibiana Aído , inventando palabros para delicias de sus paisanos de las Chirigotas…. (Fui el primero que comentó el Carnaval de Cádiz en la Tele, pero me encantaría podérmelo pedir sin cobrar ni un duro en la próxima edición)… nos proporcionaba lo que nuestro subconsciente estaba pidiendo. Lo mismo que en los años cuarenta con el pan de afrecho y las cartillas de racionamiento. Un torero.
Entonces, llegó Manolete. Ahora, José Tomás.
Sin embargo, tratando de que todos nos relajemos un poco que falta nos hace, confieso que esta aparición no está siendo seguida en mi concepto con los criterios de aprovechamiento y originalidad que debiera.
La corrida de Puerto de San Lorenzo que lidiará el estelar espada el próximo domingo en la plaza de Las Ventas, en el segundo y último de los compromisos del madrileño con la afición , se embarcó precipitadamente antes de que diera comienzo el conflicto y hace días que pasta en los corrales de la plaza.
Una pena. Obviamente el festejo se celebraría aun con todos los camiones retenidos por los piquetes. Y más todavía los que se dedican a mover el ganado bravo.
¿Qué habría qué hacer entonces?... ¿Suspender la corrida? Eso nunca. En última instancia hasta podría optarse por la romántica solución de conducir los seis toros mas los dos sobreros desde Salamanca hasta la capital del Reino por trochas y veredas como se hacía antes rodeados de la correspondiente parada de cabestros y precedidos por el mayoral de la ganadería a caballo que, en esta ocasión, probablemente, iría acompañado por el inevitable Florito.
Salvador Távora se deleitaría con una escena semejante que a buen seguro cuidaría para que fuese pródiga en espectacularidad y belleza. Y Gérard Depardieu, el famoso actor francés ratificaría lo que acaba de proclamar en una entrevista al periódico Midi Libre que” la fiesta es algo formidable.”
Todo se ha perdido por la prisa de los empresarios. Y es que ya se sabe que en los toros y en el amor… despacito es mejor.

1 comentario:

Moe de Triana dijo...

Y si los toros no quieren andá me voy pallá en el vespino y los acarreo uno a uno miarma...

Te voy a poner un enlace pa mi bló, que no veas si tengo que dar vueltas pa asomarme por aquí.

¡Un saludasso!