Ayudas al oficio más viejo del mundo.

No todo van a ser desgracias motivadas por la fementida crisis.Ya decía yo en una “entrada” anterior que ha subido el consumo de televisión. Hoy debo añadir que en paralelo ha disminuido el de vídeos pornográficos. Acabo de leer que las ventas de este tipo de material han descendido notablemente. Y como este descenso arranca de los Estados Unidos, a sus efectos entre los norteamericanos extiende el texto su concienzudo análisis concluyendo que la industria del porno está tan mal que no ha tenido más remedio que pedir ayuda para afrontar la recesión.

Hay dos caballeros,Francis y Flynt, que, haciendo gala de tener más cara que espalda, han proclamado que necesitan apoyo financiero y,no solo eso, sino que se han atrevido a sustentar esta demanda argumentando su petición en valores absolutamente nacionales y,me atrevo a decir,que hasta patrióticos.

Francis, director del programa de televisión y la revista "Girls Gone Wild" ("Chicas salvajes"), y Flynt, editor de la publicación "Hustler", se han dirigido al Congreso estadounidense solicitando la deleznable cantidad de cinco mil millones de dólares, para los acicates del deseo. "Con todo el sufrimiento económico y la pérdida de tanto dinero, el sexo es lo último en lo que la gente piensa", leyó Flynt en rueda de prensa en un comunicado que llevaba escrito y, a preguntas de los insaciables periodistas, añadió: "Es hora de que el Congreso rejuvenezca el apetito sexual de esta nación".

¡Olé tus cataplines!, se me ocurre como apostilla. Esto es saber invertir el dinero de los impuestos de los demás en vez de meterlo a oleadas en los sacos sin fondo de los banqueros que ni siquiera, que se sepa, han ayudado hasta ahora a las pequeñas y medianas empresas del gremio de preservativos.

Pero voy precipitadamente a poner fin a estas líneas porque seguro estoy de que habrá por ahí quien esté diciendo ya: “Sí,hombre, encima de la que nos ha caído, da ideas”…