A los amigos dedica su última entrada en su blog mi compañero Andrés Luis Cañadas y, leyendo el texto como tengo por costumbre, se me ha quedado subrayado en la memoria su convencimiento de que pocas palabras hay más nobles que la que define el concepto de amistad, que, según nuestro diccionario, es el "afecto desinteresado y personal, generalmente recíproco, que nace y se fortalece con el trato"
Después, y en función de ese oculto mecanismo de nuestra atención objetiva que retira una diapositiva del foco de luz que la proyecta para sustituirla por otra, se me ha deslizado la ese final del sustantivo y los amigos en sentido general a los que se refiere Andrés Luis se me han convertido en el Amigo que protagoniza la máxima noticia que genera la vida eclesial en estos días desde Sevilla, la toma de posesión de su Arzobispo coadjutor. Porque el Cardenal Amigo,fiel a su identidad franciscana,ha sabido encarnar ejemplarmente esa definición.
Cuarenta y dos prelados, entre los que se encuentran tres cardenales –además del titular de la diócesis, monseñor Amigo Vallejo-, nueve arzobispos, veintinueve obispos y un administrador diocesano, junto al nuncio apostólico en España, monseñor Monteiro de Castro, estarán presentes en el acto que se celebrará en la Catedral mañana sábado, a partir de las doce del mediodía.
La prolija relación está encabezada por los monseñores Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid, Martínez Sistach, cardenal arzobispo de Barcelona y Cañizares Llovera, cardenal arzobispo de Toledo y en ella figuran también el arzobispo castrense,monseñor del Rio,los titulares de Tánger, Santiago, Oviedo, Granada,Zaragoza, Mérida-Badajoz,Urgel,Segovia y Mondoñedo además de los eméritos de Pamplona,Tudela y Mérida, finalizando con los obispos auxiliares de Bilbao y de Madrid. Toda una demostración de fuerza eclesial ante la que cualquiera de mis nietos exclamaría: ¡qué chuli!.
Una larga lista de clérigos ilustres que los vaticanistas y especialistas diversos de la prensa audiovisual,escrita y de Internet se dispondrán a interpretar en su momento y en cuyo quehacer no entro, pero que inevitablemente me ha suscitado dos comparaciones, una con el tiempo ido y otra con celebraciones similares, mutatis mutandis,en el estamento militar.
En el tiempo ido, es decir en el ayer de la evocación y la nostalgia, no había que traer sotanas de fuera porque las teníamos en casa.De todos los colores y los grados de mando. Solo con los canónigos por oposición, los prebendados y otras autoridades catedralicias, los padres provinciales y superiores de las órdenes religiosas y el resto de los numerosos curas y otros representantes distinguidos de la clerecía casi se podía llenar el templo Mayor de Santa Maria de la Sede, o sea el que hicieron aquellos que lo levantaron suponiendo que en el futuro y dado su tamaño se les tendría por locos.
En esa época el recibimiento a los nuevos capitanes generales se adornaba de similar contenido. Los cuarteles se esparcían por la ciudad y los soldados que eran de servicio militar obligatorio y no tenían que ir a Bosnia ni a Afganistán hasta disponían de dos o tres bandas de música y de gastadores tan marciales como los de la cabra de la Legión.
Ahora si llega la máxima autoridad castrense que ya no se llama Capitán General sino General a secas aunque ostente un mando tan importante como el de la fuerza terrestre, hay que reunir a los soldaditos para componer una compañía en la que la primera sección será de infantería y las dos restantes, con suerte, hasta de las otras armas de combate.
Esto es lo que le pasa a la Iglesia, que tiene que formar la compañía de honores, trayendo de fuera a los purpurados a las órdenes de Rouco. El cardenal de Madrid que no falte porque hay que ver lo bien que entiende Rouco a Andalucía y lo bien que cae Rouco a todos los sevillanos.
6 comentarios:
Amigo ha marcado, indudablemente, una epoca en la sede hispalense y se merece toda la parafernalia de mañana en la recepcion de su arzobispo coadjutor. Y como hace dias que no leo sus comentarios, me he enterado que le han regalado una novelita titulada La Púrpura Negra´. Yo ya la he leido, casi 500 páginas en un fin de semana, y me gustará saber en su momento si está usted de acuerdo con el planteamiento del autor respecto al futuro Papa que la protagoniza. Trilita pura el tal Adrinao VII.
Un espléndido final para un estupendo texto... aunque parece que estoy hablando de la época de Amigo en Sevilla.
Tú sabes, maestro, al igual que yo, que le vamos a echar de menos...
Un abrazo.
Gracias por acceder a mi Blog, al igual que yo hago con el tuyo diariamente.
Sobre el final de tu comentario, absolutamente de acuerdo, aunque matizaría que no solo en Sevilla cae bien su Eminencia gallego/madrileña...
Contesto a Anónimo:No he leido aun "La púrpura negra".Leí "Tus compañeros no te olvidan" y ahora voy alcanzando el final de "El hombre que esculpió a Dios".
A M. Andréu:Coincidimos.Echaremos de menos al Cardenal Amigo.
A Andrés Luis: Un abrazo.
Para mi es lamentable el trato que se le está dando a la llegada del auxiliar de nuestro Cardenal, por la jerarquía. Parece como si quisieran dejar en evidencia a quien a mi entender no lo ha hecho mal con respecto al pueblo cristiano.
Seguramente lo echaremos de menos, pues el sucesor si biene de la mano que biene, lease Rouco, significará un paso atras.
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