Insólita Sevilla

Ya la calificó así el profesor Morales Padrón al inicio de una colección de libros imprescindibles. Pero a la ciudad parece que de vez en cuando le apetece mostrarse con las singularidades que la viera el querido profesor canario para prendarse de ella.

Ha pasado el puente. Muchos se han ido a la sierra o a la playa aprovechando las veleidades agradables del tiempo atmosférico, empecinado, como esos viejales que adelgazan y se pintan el pelo, en aparentar lo que no es. El otoño, ya enfilado hacia el invierno, debe mostrarle achacoso de nubes mojadas y nieve en la cabeza. Pero se empeña un día sí y otro también en continuar propiciando las imágenes atemporales que recoge la televisión con las gentes disfrutando en la playa como en agosto.

Los que, bien por comodidad, bien por la crisis, se quedaron sin salir han podido disfrutar de las numerosas escenas extraordinarias que ha ofrecido la ciudad.No los que la rigen agrediéndola con torpeza, sino ella misma, ella sola.
Por las calles de su centro urbano con el desfile multitudinario de bandas de música procesional, reunidas con motivo de la despedida de su primer congreso nacional, celebrado desde la pasada semana.

Cerca de cuarenta mil personas se dieron cita, según la organización, para escuchar y ver al casi centenar de bandas de música que recorrieron, durante cuatro horas, el trayecto comprendido entre los Jardines de Murillo y la Plaza Nueva en el que se habían instalado unas nueve mil sillas como sonora Carrera Oficial.

Y, mientras tanto, seguía el rodaje de la película Knight & Day de Tom Cruise y Cameron Díaz que hubieron de detener durante cuarenta minutos para permitir el paso de la Inmaculada, que regresaba a su barrio desde la Catedral, tras haber presidido la Vigilia.

No me digan ustedes que no tiene sabor ni significado este hecho merecedor por si solo del análisis de los sociólogos y las plumas de los poetas.

Claro que la cosa no paró aquí. A las ocho de la tarde llegaba ante la capilla del Baratillo, en el barrio del Arenal, Alfredo Sánchez Monteseirín, Alcalde de la ciudad que, llevando a su derecha a la Delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto y a su izquierda al portavoz del Grupo Popular, Juan Ignacio Zoido, todos ellos precedidos por los Maceros, fueron recibidos por el hermano Mayor de la corporación del Miércoles Santo, José Ignacio Pérez Franco, para posteriormente adentrarse en la capilla donde a la Virgen de la Caridad le sería impuesta la Medalla de la Ciudad por el primer edil Hispalense.

Más estudio sociológico, más columnas de inteligentes análisis de la realidad ciudadana por los periodistas de opinión y más inspiración para poetas, pregoneros y exaltadores.

¿Quién es capaz de mejorarlo?... La ciudad se sacude de vez en cuando todo lo que quienes no la conocen a fondo le echan encima como si dijera “aquí estoy yo”. Insólita Sevilla.